Prohormonas

Llamamos prohormonas a los precursores de los esteroides verdaderos - se trata de compuestos similares en fórmula a los anabolizantes, pero que difieren en ciertos radicales de las fórmulas. Las prohormonas son sintetizadas por la corteza de las glándulas suprarrenales y tienen una acción más débil pero similar a los esteroides anabolizantes. Una parte de ellas son procesadas por el organismo en hormonas anabolizantes, y otra parte actúa de forma independiente por otros mecanismos.

Sabemos bien que los esteroides anabolizantes están prohibidos en el deporte profesional, por eso la industria de los suplementos creó las prohormonas hace más de 20 años para eludir los controles antidopaje. Sin embargo, en realidad no son suplementos y sus efectos son los mismos que los de los esteroides, y su efecto anabólico esperado también puede ser mucho mayor que el de los verdaderos anabolizantes.

Las prohormonas más conocidas y utilizadas desde el principio son la androstenediona, la norandrostenediona y la dehidroepiandrosterenediona, más comúnmente conocida como la popular DHEA. En realidad la DHEA no es exactamente una prohormona pura, sino una sustancia que se procesa en la prohormona androstenediona y sólo después en testosterona.

La vida útil de las prohormonas en el cuerpo humano es extremadamente corta, lo que predispone a una ingesta más frecuente y a una distribución uniforme de la dosis diaria a lo largo del día para mantener los niveles de la prohormona correspondiente en la sangre. La transformación de las prohormonas en hormonas se lleva a cabo en el organismo por las enzimas correspondientes. La cantidad de enzimas que tenemos a veces puede ser insuficiente, esto es estrictamente individual, por lo que establecer la dosis correcta de la prohormona correspondiente para usted se hace de forma lenta y constante, ya que a menudo las grandes dosis no tienen sentido. Algunos estudios de laboratorio sugieren incluso que sólo el 10-15% de las prohormonas tomadas llegan al cuerpo procesadas a testosterona, y algunas de ellas como la androstenediona pueden aromatizarse y convertirse en estrógeno, ¡requiriendo la ingesta de antiestrógenos! Al ser un andrógeno fuerte, la androstenediona también reduce los niveles de colesterol "bueno" en la sangre, lo que a su vez aumenta el riesgo de varias enfermedades cardiovasculares con una ingesta inadecuada y a largo plazo. Como sólo se toman por vía oral, las prohormonas también tienen un enlace metilalcalino y son gravosas para el hígado, por lo que aconsejamos que la ingesta de prohormonas también vaya acompañada de la ingesta de hepatoprotectores.

Las prohormonas son capaces de aumentar los niveles de testosterona en sangre más de 2 veces por encima de la media, lo que se considera una acción bastante fuerte.

A finales de 2004, las prohormonas se prohibieron oficialmente, tanto para su uso como para su venta, en la mayoría de los estados de EE.UU.. Sólo la prohormona DHEA siguió siendo una sustancia legal, que también se utiliza para las mujeres y en cosmética, pero su efecto es extremadamente débil. El coste de las prohormonas no es bajo en absoluto, su síntesis y producción son relativamente complejas, a diferencia de los suplementos dietéticos. En consecuencia, hace 7-8 años comenzaron los intentos de desarrollar nuevas fórmulas complejas que sirven como precursores de la verdadera testosterona, pero su efecto sigue siendo débil, por lo que son una buena opción para su uso después de un ciclo de esteroides. Sin embargo, las prohormonas vuelven al mercado con nuevos bríos, aún mejor fabricadas, aún más potentes y refinadas, y con nuevas fórmulas mejores. Nos gustaría presentarle algunas de las mejores y probadas prohormonas del mercado.